MERENGUE: MI PRIMER POSTRE

¡Hola! Aquí les viene una pequeña historia.

Llevamos 62 días desde que iniciamos la cuarentena en Perú y todo ha sido un gran proceso de cómo adaptarnos al nuevo estilo de vida. En lo personal, he buscado muchas formas de distraer mi mente de la situación. La tensión crece y es complicado encontrar un punto medio en el que todos podamos pasarla bien y apoyarnos.

He probado de todo, leer, escuchar música, me he pasado horas y horas viendo series enteras y maratones de películas, todo esto antes de volver a empezar la universidad, y mis padres, cada uno hacía lo suyo con la intención de no incomodar al resto. 

Un día simplemente encontré una receta en Internet, fui a la cocina a revisar si tenía los ingredientes necesarios y fue así, entonces empecé. En el proceso mi madre me encontró, preguntó lo que hacía y si podía ayudar, le dije que sí y se puso a trabajar conmigo en lo que preparábamos el postre. Mi padre llegó después, hizo la misma interrogante que mi madre me había hecho y se emocionó porque él ama las cosas dulces, no se unió a nosotros en ese momento, pero venía cada tanto para probar y quedó en que él se encargaría de ayudarnos a limpiar y guardar todo.

Después de dejar en el horno los tres nos pusimos a conversar sobre el postre, mi mamá comentaba los tips que le había dado mi abuela y que incluímos al momento de prepararlo y mi papá habló también de cómo lo hacía su madre solo con un tenedor y la forma en la que mis tíos se metían a la cocina husmeando y robando un poco de masa mientras ella se esforzaba. 

Al sonar la campana saqué los mereguitos para ponerlos a enfriar, mis padres hicieron café y los comimos juntos. Mientras lo hacíamos mi madre comentaba de los postres que estarían bien acompañados con el merengue y se entusiasmó con los siguientes postres que podíamos preparar, mi padre la siguió mencionando sus postres favoritos y dulces que no habíamos probado en mucho tiempo por no poder salir y tener la mayoría de tiendas y pastelerías cerradas.

Así fue como empezó, un simple postre se convirtió el inicio de la nueva actividad familiar, desde entonces preparamos postres cada semana, no todos salen bien, pero siempre nos queda la anécdota y el compartir en familia.

Esta fue mi experiencia, todos lo manejamos distinto, pero, lo cierto es, que un postre es la mejor forma de pasar una Dulce Cuarentena.

Sophia Alvarado

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